En mitad del camino: ¿Qué decisión tomar?


"Y justo cuando la oruga pensó que era su final,
se transformó en mariposa"
El Principito


Feliz viernes!

¿Cómo ha cambiado tu rutina en esta semana? Ahora, estamos echando de menos lo que era “normal”.

Una semana que ha sido muy intensa. Todas las personas viendo cómo nos teníamos que recluir, cambiar de hábitos, establecer una nueva rutina y llenar de actividad todo ese espacio que tenemos lleno de horas, desesperación y en ocasiones miedo por la incertidumbre y lo que vamos conociendo.

Personalmente reconozco que el sábado y el domingo fueron muy duros. Que te rompan tu día a día con imposición no es algo que suela llevar muy bien. Y más cuando te dicen que va para largo. Pero conforme ha ido la semana he ido a mejor. Y aunque hay momentos (los que menos) que me parece vivir algo surrealista, en general, estoy muy tranquila.
Me estoy poniendo a prueba. Estoy descubriendo una nueva yo.

Además, estoy aprovechando para disfrutar, de verdad, de la casa y la familia. Y estoy dejando la mente en blanco. Sin miedos. Sin pretensiones. Sin más vida que esta. El Aquí y Ahora en su máxima expresión.

Pero realmente hoy os quería hablar de las elecciones, de las decisiones. ¿Qué hacer cuando tienes que elegir? ¿Cómo saber que lo que elijes es lo correcto?

No hay secretos ni trucos. Uno elije en el momento determinado de su vida en el que se encuentra. Sus experiencias, la carga que lleva en la mochila, lo que le rodea y cómo de fuerte se sienta en ese momento. ¿Qué pesa más en la balanza? Según crees, así actúas.

Una vez leí:

Cuando no sepas qué decisión tomar, lanza una moneda. Cuando la moneda esté en el aire, repentinamente estarás deseando que caiga de cierto lado. Esa es la decisión de tu corazón, síguela.


Estamos hechos de decisiones. Somos por las que nos decantamos pero también las que dejamos pasar. Y nos equivocaremos. ¿Quién no ha tenido esa sensación de que siempre suele equivocarse? ¿Meter la pata? ¿Ser tan cabezón/a que tropieza con la misma piedra una y otra vez? 

Pero también elegimos la opción correcta. Porque las decisiones las tomamos. Y si eres tú quien elije, no hay que tener miedo. Hay que aislar la decisión. Dejarla fuera de las personas que nos rodean, de lo que otros pueden decir. Decidir con el corazón y la cabeza. ¿Qué hago? ¿Me dejo llevar? ¿Insisto hasta darme una y otra vez en el mismo sitio que me provoca dolor? ¿Me alejo y veo las cosas con perspectiva? ¿Dejo que sea el miedo, el tiempo, la rutina etc quien dicte cómo y por dónde tengo que seguir?

Si hay algo que debemos tener muy presente siempre es que sólo tenemos una vida. Y debemos vivirla de la mejor forma posible. Sopesando que nuestro día a día tenga más momentos buenos. Que hayamos hecho algo positivo por los demás. Que mirando por ti, lo que hagas, te aporte paz.

Si me encuentro en mita del camino, ¿qué decisión tomar entonces? ¿Aquella que quieres pero no debes? ¿La que debes aunque no quieres? Recuerda que estamos hechos de tiempo. Que somos estaciones. Pasamos.
Haz simplemente aquello que no te provoque dolor ahora. Y que no te provoque dolor a corto plazo. Déjate llevar por aquello que una vez lo hagas te deje un halo de felicidad. Que no te haga sentir culpable. Entonces, sabrás que aunque sea en ese instante, es lo que deseas hacer. Es, simplemente, tu decisión.

Os deseo que siempre que tengáis que elegir, pese más el corazón. Que nunca os falten motivos para sonreír.
Estamos en tiempos de transformación. Es primavera. Dejad que salga todo lo que lleváis dentro cultivado, que seguro es mucho.

Mis mejores deseos, como siempre.

I.






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