Desconectar para re-conectar




Buenas noches de martes!

Se ha metido el frío en estas últimas semanas que da gusto. Pero bueno, al fin y al cabo estamos en invierno y es lo que toca. Pero creo que también es lo que apetece. Independientemente de que te guste más el frío o el calor o te sientas más feliz en una determinada época del año en concreto, lo cierto es que estar en enero, con frío y lluvia, es lo que está dentro de la órden natural de este tiempo. 

Después de esta introducción meteorológica, quería compartir algo que me ha pasado estos días y que me ha hecho darme cuenta aún más, de la necesidad de desconectar de todo lo que nos quita la vista de lo que queremos y somos y re-conectar con nuestra esencia.

El teléfono móvil (el cual lleva ya tres años prestando un servicio), parece que está pensando en jubilarse. Y si bien no me dejaba recibir llamadas, otras veces me impedía poder cogerlas, se iba la pantalla o se quedaba bloqueada, y lo último ha sido quedarse sin altavoz, por lo que es un teléfono mudo. 

Hasta que llegó el momento en el que descubrí que mi teléfono había perdido la voz, viví con tranquilidad, sin percatarme de ello. Fue cuando comprobé que no tenía sonido cuando me puse nerviosa y pensé “si me llaman no voy a poder cogerlo, no escucho ninguna notificación...” y entonces pensé en ponerlo en vibración. Pero claro, en el coche o en el bolsillo es imposible escucharlo.

Anoche, puse el teléfono en modo avión y desconecté totalmente de esa idea de tener que estar conectada en todo momento, con los mensajes, whatsapp, llamadas, notificaciones... ¿Por qué me he vuelto tan adicta, tan dependiente de tener que estar siempre ahí, aunque sea para una tontería? ¿Por qué esa necesidad impuesta sin sentido de sentirme esclava y no perderme nada? 

Respiré profundamente y lo entendí todo. No. Me estaba equivocando. Y hablo en pasado porque ello me ha hecho pensar y recapacitar que en general, sin quererlo, yo, y casi todas las personas que estén leyendo esto, están más enganchadas a ese teléfono de lo que pensamos. Yo también creía que no, pero sí. Incluso he cambiado mis hábitos. Si me aburro, o tengo que esperar en algún sitio, saco el móvil y miro. Y si han pasado cinco minutos, lo vuelvo a mirar igualmente, Y miro a ver qué hay, en una necesidad infundada en algún momento de ver qué es lo que está pasando. No hablo de informarme, hablo de llenar mi tiempo navegando mirando la vida de otras personas, leyendo, viendo a ver si hay algún mensaje... Y me estaba perdiendo.

He hecho la prueba. Prácticamente con todas las personas con las que me he cruzado esta tarde iba pendiente del móvil. Incluida una familia de cuatro miembros, cada uno con el suyo. Y me ha entrado una profunda tristeza. No quiero ser así. Es una realidad de la que no nos damos cuenta. Y ya tenemos hasta el reloj inteligente que nos controla aún más. 

Reniego de ello. No por el avance en sí. Por supuesto a quien le guste, le recomiendo un uso responsable y consciente. Pero no podemos seguir viviendo así. Nos estamos equivocando. El teléfono es una herramienta, no una extensión de nuestro cuerpo, no un miembro más de la familia. Y seguramente tengamos que verlo con tranquilidad. Pero estar tan conectados, nos está haciendo perdernos de lo que realmente somos.

Ojalá más disfrutar de verdad, más reír a carcajada limpia, descubrir paisajes nuevos, besar apasionadamente, vivir en mayúsculas sin la necesidad de estar prácticamente conectados al 100% con le exterior. Conectemos con lo que nos rodea y con nuestro ser. 

Y si quieres compartir, hazlo. Yo también lo hago. Pero disfruta de la vida, mira a través de tus propios ojos, y no a través de lo que puedes compartir a través de él. Viva la naturalidad, sin filtros, la rutina sin adornos, la ropa sin marcas, las caras sin maquillar y la belleza que nos hace ser auténticas. Como siempre lo hemos sido. 

Es una simple reflexión. Espero que os haya hecho pensar y por supuesto, que viváis la vida intensamente, con o sin teléfono. Con o sin conectar.

Nos leemos la semana que viene. Con amor,

Inma. 

Comentarios

  1. titanium tv - TI3 - Titanium Studios
    The website of Tithium Studio, a software titanium nipple rings company graphite titanium babyliss pro in Bucharest, is titanium hammer dedicated to developing titanium curling wand and producing video games for micro touch titanium trim the video game market,

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares