El día que volvamos a salir...

"Siento con el cerebro

y pienso con el corazón" 

Paula Bonet

Feliz día. Lunes. Raro. De "encierro". De clausura. De respirar y mirar por la ventana.

¿Quién nos iba a decir, cuando estábamos tomando las uvas y haciendo todos esos propósitos de año nuevo, que en escasos tres meses íbamos a vivir esta situación? Pues sí. Así de caprichosa es la vida. Nos está obligando ahora más que nunca a vivir el AHORA.

Tengo a mi lado la agenda. En ella tenía planificadas cosas hasta Junio. ¡Madre mía! Citas, Reuniones, Trabajo, viajes, cenas, cumpleaños... Y ahora estoy tachando prácticamente todo. Sólo vivo al día con la incertidumbre de si estos 15 días se convertirán en más. Y si todo eso que hemos aplazado, cancelado o cambiado se podrán hacer. Posiblemente se harán. Pero tendrán un sabor muy diferente y especial.

Vivimos ahora viendo al otro como un enemigo. Nos obligan a separarnos unos de otros. Nos alejamos de esa persona que pasa por la calle al ir a por el pan. A echar de menos a familia que tenemos lejos. Y a mantener distancia de seguridad. Vemos con ojos hostiles a quien pasea al perro más de la cuenta. Y nos acordamos de todas esas personas que salen ahí fuera, ante la amenaza de un virus tan terrible, a reponer las estanterías, a vender en su frutería, a dispensar en la farmacia, a informar a pie de calle de lo que sucede, a todo el personal de hospitales y centros sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, personal de transporte...

Estamos conectados. Somos una cadena. Y si el sábado con el #aplausosanitario se me saltaron las lágrimas, descubrí que había muchos vecinos a mi alrededor. Muy curioso, ¿verdad? Personas que no había visto en mi vida, con las que me he cruzado al ir a comprar al supermercado, a tirar la basura o a pasear. Todas esas personas y yo, aplaudiendo por un mismo fin común. Una música en la que como una orquesta, sonábamos igual. 

Es en estos momentos cuando me doy cuenta de que no podemos vivir los unos sin los otros. Aún más. Y cuando veo que las personas somos muy ingeniosas y solidarias cuando nos lo proponemos. Festivales de poesía on line, conciertos solidarios, perfiles profesionales que se prestan a solucionar dudas, juegos para los peques en casa, fotografías e iniciativas para hacer más ameno este tiempo de espera. 

Y si me permites, quiero dirigirme a ti. Que estás leyendo estas líneas. Volverá ese momento de volver a pasear y besar sin miramiento. De abrazar tan fuerte que esa distancia que ahora nos separa se vuelva invisible. A reír con las cervezas hasta que nos echen del local. A ir al cine y comer palomitas a dos carrillos. Saltar como adolescentes en los conciertos. Gritar a escasos centímetros de tu boca que te quiero. Coger la bici y perdernos para regresar a casa. A llenar las terrazas de chistes, anécdotas y grupos de amigos. Volveremos a viajar para desconectar. A trabajar con alegría a ese lugar que en ocasiones has llegado a odiar. Claro que sí. Volveremos. Y volverá todo lo que ahora se ha quedado lejos de ti y de mi. Porque las cosas pendientes tenemos que terminarlas. 

Todo volveremos a hacerlo. Pero tendrá un sabor especial. Y disfrutaremos aún más del AHORA. Menos planificar y más vivir. Que se nos va la vida y es deber aprovecharla. 

Nos leemos en breve. 

Feliz encuentro personal con cada uno, en este caos que nos ha tocado vivir AHORA.

I.