Crecer, Cambiar, Ser Feliz


“Las cosas no cambian, 
Cambiamos nosotros”
Henry David Thoreau

Feliz viernes!

Esta semana se está haciendo más corta y estoy aprovechando para hacer muchas cosas, entre ellas, poner ya (por fin!) las cosas de Navidad.

No sé si os pasa, pero siento la Navidad, como una época de recogimiento, de aprovechar y leer libros, ver películas con un bol lleno de palomitas, preparar bizcochos, quedar con personas que hacía mucho tiempo no veía y me hacía muchísima ilusión, preparar una lista de cosas por hacer, ir a comprar regalos para las personas que me importan... Son tantas emociones bonitas las que me invaden, que me gusta estar viviendo este momento. Considero que esta época del año, este mes que es el término de determinadas cosas, una etapa. Y eso siempre viene bien cuando notamos y sentimos que es lo que nos corresponde.

Siempre es tiempo de cambio, de crecimiento. Personalmente, anexo el cambio al crecimiento, a evolución. Porque muchas veces, nos quedamos en ese sitio donde nos encontramos porque estamos cómodos, aunque no nos guste; o nos hemos acostumbrado a ello y entonces aún sabiendo que hay algo ahí fuera que seguro es bueno (o no, pero nos tocará vivirlo por nosotros mismos), pero no sabemos cómo o de dónde tomar el impulso para ello. Seguramente, lo mismo que me ha pasado a mí, cuando te llegue el momento, la oportunidad, sabrás hacerlo. Porque las cosas se nos presentan cuando estamos preparados para ello.  

Cuando hablamos de felicidad, nos hemos acostumbrado a que sea “en el momento oportuno”, como si todo tuviera un momento perfecto para sucedere. He escuchado a algunas personas decir que cambiarían de trabajo cuando vieran uno que les reportara económicamente  más. Pero también he conocido a personas que trabajaban en buenos trabajos que les reportaba económicamente dinero y eran unos auténticos infelices.
También he visto personas voicoteándose a sí mismas, porque pensaban que no eran merecedoras de afecto y amor de verdad. Y no ha nada como pensarse eso, porque lo cierto es que con ello, nos volvemos presas. Y hay muchos depredadores emocionales dispuestos a hacerse más fuertes con aquellas personas que no saben frenar a tiempo.


Ser feliz dicen que cuesta muy poco, pero para ello, hay que saber lo que significa. He estado mucho tiempo sintiéndome feliz pero a medias. Sentía que estaba dejandome llevar por la inercia, por un poco de miedo. También porque aún sabiendo que debía irme, me quedé más tiempo. Pero ello me ha hecho cambiar, crecer y sentirme mucho más feliz ahora.

Sí, mi vida está cambiando, empezando desde dentro, respetando mis decisiones, mis tiempos, mis gustos y preferencias. Ya no tolero que nadie me diga cómo tengo que comportarme, que me eche encima su basura emocional, que sus miedos los haga míos. No voy a vivir mi vida a través de los ojos de otro. Ya no tengo prisa por vivir, solo pienso en ser feliz y hacerlo extensible a quienes me rodean.

Todo está en constante evolución. Sed partícipes de vuestro propio cambio. Nos leemos en breve. Con amor,

Inma.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares