Trabajando la autoestima: quiérete mucho
“Pon la mirada en lo que sí funciona en tu vida
Y deja de mirar lo que no funciona”
Laura Chica- 365 citas contigo
Feliz finde!
¿Qué tal ha ido la semana? Imagino que muy bien. Todos esperamos con ansias el finde para poder disfrutar y tener un tiempo más de desconexión y relax. ¡Qué necesario es dedicarse tiempo a uno mismo!
Quizás, el post de hoy que os traigo para el blog, sea algo más para reflexionar, más de centrarnos en nosotros mismos, de mirarnos, de entendernos y respetarnos. Porque no nos han enseñado a escuchar nuestro interior, a que pongamos en marcha nuestros instintos, nuestra intuición, nuestra esencia.
Vivimos mucho (quizás influidos por la sociedad), en ese exterior, en ese tener una fachada que los demás admiren, una vida que sea digna de una gran influencer, tener todo de forma idílica, con el trabajo perfecto, el cuerpo perfecto, la pareja perfecta, la casa perfecta y si me apuras, los hijos perfectos. La perfección en su máximo exponente en todos lados. Pero ¿Qué es la perfección? ¿Quién es el hombre o la mujer perfecta?
Todo ello, se nos va ahí clavando poco a poco como un martillo en nuestro cerebro y te encuentras con niñas de 10 años diciendo que tienen que hacer dieta. O mujeres adultas que se frustan porque no tienen todos los “me gusta” que tiene su vecina en esa idílica vida. Y así ese mensaje va calando hondo en nuestra mente y nos convertimos en personas con baja autoestima, que nos sentimos incompletos, o desdichados por no haber cumplido con esas expectativas que nos habíamos puesto en función de lo que habíamos considerado lo ideal para nosotros, esa perfección nuestra.
Afortunadamente no todos somos iguales y cada uno entiende la perfección en fución de cómo es, de aquello que sea prioritario en la vida y de las preferencias por ser feliz. Y es precisamente el ser feliz, lo que nos olvidamos por querer alcanzar esa perfección que no existe. Y nuestro autoestima se resiente de tal modo que dudamos de nuestras capacidades y aptitudes. Nos cuestionamos nuestra forma de ser, nuestra suerte e incluso, nos empezamos a decir palabras negativas que terminamos por creernos.
Creernos las cosas terminan por hacerse realidad. Hay una frase que me gusta mucho y resume esto: “lo que crees, creas”. Y así es.
Para trabajar nuestra autoestima tenemos que aprender y saber que somos seres únicos e irrepetibles y que no estamos aquí para compararnos unos con otros puesto que cada uno tiene su momento en la vida, sus circunstancias, su trabajo personal.
Tenemos que trabajarnos, dedicarnos tiempo a recompensarnos, a hacer aquello que nos da paz y tranquilidad, a ver una película que nos guste, a conversar con alguien que nos agrade, a pasear y respirar aire puro, a un capricho que teníamos en mente...
Y mirarnos en el espejo para darnos cuenta de que quizás, eso de lo que nosotros tanto nos quejamos poque creemos nos falta, a otra persona le encantaría tenerlo (quizás porque no lo ha tenido nunca, quizás porque lo tuvo y lo perdió).
Sería muy triste que al pasar los años y mirarte en el espejo, no reconocieras a esa misma persona que estás mirando porque no te has valorado lo suficiente.
Hay que quererse uno mismo para aprender a querer a los demás. Así que espero os queráis mucho, cada día más, tanto física como espiritualmente, con los pensamientos que os decís, con los comentarios cuando os referís a vosotros y con el tiempo que dedicáis a hacer eso que os gusta. Aunque sean 5 minutos al día, ya es un pequeño gran paso.
Nos leemos en breve! Con amor,
Inma
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