Dejarte guiar por tu alma
“Sé siempre tú mismo,
Pero cada día mejor”.
Feliz jueves!
Esta semana es un poco más corta, así que aprovechamos el día pensando en que ya mañana descansamos!
Qué rápido pasa el tiempo y cuánto pensamos las cosas, a pesar de que luego la vida nos sorprende con otros planes diferentes a los que siempre habíamos tenido en mente. Por eso hay que aprovechar cada segundo que respiramos. Conscientemente.
Todos tenemos que tomar decisiones todos los días a cada instante. Pero ¿cómo saber si nos equivocamos o no? Al final lo que queremos es tener los menos riesgos posibles. ¿Quién acierta a su objetivo con los ojos cerrados? Lo más sensato es mirar todas las opciones posibles. Sin embargo, los riesgos está presentes en mayor o menor medida y a nadie le gusta equivocarse.
Deberíamos de escuchar más nuestro instinto. Tener más presente ese “dejarnos llevar” por lo que sentimos de corazón, por esa intuición que hace inclinar la balanza.
Siempre he pensado que cuanto más nos dejamos llevar por lo que sentimos y nuestra intuición, menos nos equivocamos, y así me ha pasado. Resistirse a escucharse a uno mismo, es traicionar nuestros principios y echarnos la culpa finalmente por no hacer aquello que quisimos. No hay nada peor que ser infiel a uno mismo.
Escuchar a los demás, siempre aumenta nuestra perspectiva, nos hace ver cosas o tener una visión distinta a la nuestra, pero está claro que el último que debe tomar la decisión es uno mismo.
Cuando vivimos en una sociedad donde es tan importante la fachada, el tener una vida exitosa y tener todo aquello que se espera de nosotros; es decir, cuando nos incitan a vivir como establece la norma, a ser uno más en la sociedad, nos condenamos a ser como quieren que seamos. Y al final, nos frustramos por dejarnos llevar, por no hacer lo que queremos, sino lo que quieren los demás.
Es muy complicado ir contracorriente, pero más aú no poder ser del modo que uno quiere. Y como os he dicho, la mayoría de los fracasos personales vienen de no hacer lo que queremos y de darnos cuenta que con el paso del tiempo, esas oportunidades ya no vuelven.
El silencio lo hemos interiorizado y no lo solemos usar para escucharnos, para sanar nuestras heridas internas, esos miedos y dudas que nos asaltan. En el silencio podemos escuchar muchas respuestas.
Obviamente nos equivocamos, y es aprendizaje. Quizás es como mejor se aprende y como menos se nos olvida lo aprendido. Sin embargo, uno es el que debe tomar la última palabra sobre sus decisiones.
Entonces, ¿cómo saber que nos estamos equivocando el mínimo posible? ¿O cómo podemos hacer para intentar tener el mayor éxito en nuestras decisiones?
Sinceramente, considero que la respuesta a estas preguntas es: haz aquello que te haga feliz. Una vez leí que es muy últil a la hora de tomar esas decisiones pensar que eso que hagas:
-Te siga haciendo feliz pasados los 5 minutos, pasados 6 meses y transcurrido 1año.
Quizás nuestros gustos cambien, pero si miramos también a largo plazo, nos ayuda a decidir.
Haced aquello que os haga felices, sin esperar a que los demás den su opinión. Tomad las decisiones escuchando más vuestros sentimientos y vuestro corazón.
Nos leemos la semana que viene. Disfrutad del puente! Un beso!
Inma
Qué rápido pasa el tiempo y cuánto pensamos las cosas, a pesar de que luego la vida nos sorprende con otros planes diferentes a los que siempre habíamos tenido en mente. Por eso hay que aprovechar cada segundo que respiramos. Conscientemente.
Todos tenemos que tomar decisiones todos los días a cada instante. Pero ¿cómo saber si nos equivocamos o no? Al final lo que queremos es tener los menos riesgos posibles. ¿Quién acierta a su objetivo con los ojos cerrados? Lo más sensato es mirar todas las opciones posibles. Sin embargo, los riesgos está presentes en mayor o menor medida y a nadie le gusta equivocarse.
Deberíamos de escuchar más nuestro instinto. Tener más presente ese “dejarnos llevar” por lo que sentimos de corazón, por esa intuición que hace inclinar la balanza.
Siempre he pensado que cuanto más nos dejamos llevar por lo que sentimos y nuestra intuición, menos nos equivocamos, y así me ha pasado. Resistirse a escucharse a uno mismo, es traicionar nuestros principios y echarnos la culpa finalmente por no hacer aquello que quisimos. No hay nada peor que ser infiel a uno mismo.
Escuchar a los demás, siempre aumenta nuestra perspectiva, nos hace ver cosas o tener una visión distinta a la nuestra, pero está claro que el último que debe tomar la decisión es uno mismo.
Cuando vivimos en una sociedad donde es tan importante la fachada, el tener una vida exitosa y tener todo aquello que se espera de nosotros; es decir, cuando nos incitan a vivir como establece la norma, a ser uno más en la sociedad, nos condenamos a ser como quieren que seamos. Y al final, nos frustramos por dejarnos llevar, por no hacer lo que queremos, sino lo que quieren los demás.
Es muy complicado ir contracorriente, pero más aú no poder ser del modo que uno quiere. Y como os he dicho, la mayoría de los fracasos personales vienen de no hacer lo que queremos y de darnos cuenta que con el paso del tiempo, esas oportunidades ya no vuelven.
El silencio lo hemos interiorizado y no lo solemos usar para escucharnos, para sanar nuestras heridas internas, esos miedos y dudas que nos asaltan. En el silencio podemos escuchar muchas respuestas.
Obviamente nos equivocamos, y es aprendizaje. Quizás es como mejor se aprende y como menos se nos olvida lo aprendido. Sin embargo, uno es el que debe tomar la última palabra sobre sus decisiones.
Entonces, ¿cómo saber que nos estamos equivocando el mínimo posible? ¿O cómo podemos hacer para intentar tener el mayor éxito en nuestras decisiones?
Sinceramente, considero que la respuesta a estas preguntas es: haz aquello que te haga feliz. Una vez leí que es muy últil a la hora de tomar esas decisiones pensar que eso que hagas:
-Te siga haciendo feliz pasados los 5 minutos, pasados 6 meses y transcurrido 1año.
Quizás nuestros gustos cambien, pero si miramos también a largo plazo, nos ayuda a decidir.
Haced aquello que os haga felices, sin esperar a que los demás den su opinión. Tomad las decisiones escuchando más vuestros sentimientos y vuestro corazón.
Nos leemos la semana que viene. Disfrutad del puente! Un beso!
Inma
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