Practicando el desapego: ser feliz sin etiquetas



“Del apego surge el sufrimiento:
Del apego surge el miedo.
Para aquel que está libre de apego,
Ni hay sufrimiento ni mucho menos, miedo”
Buda

Feliz viernes!!

¿Cómo ha ido la semana? Espero que muy bien!  Ya pensando en el cambio de mes que se aproxima, en cómo el tiempo sigue pasando y cómo somos (o deberíamos ser) más conscientes sobre lo rápido que pasa la vida. Hace nada pensando en las vacaciones de verano y ya, preparando el Otoño. Todo en la vida pasa. Por eso hay que aprovechar cada segundo.

Hoy os hablo del apego/desapego porque he tenido una experiencia personal que me ha hecho comprender que el miedo a perder cosas o personas, nos impide ser libres y vivir en libertad. ¿No os ha pasado que cuanto más queréis algo, más miedo os da perderlo, que se rompa, que os lo quiten...? Es normal. Somos humanos y está en nuestro instinto en sentir pertenecer y tener pertenencias. Por eso, la mayoría de los animales son territoriales. Los animales humanos, somos iguales.

Las cosas materiales, pueden llegar a ser reemplazadas. Sin embargo, cuando le agregamos un valor sentimental a una cosa, deja de ser un libro por ejemplo, para convertirse en “nuestro libro”. Y no es porque lo hayas comprado o te lo hayan regalado, ni por el libro en sí. Es porque has depositado expectativas, ilusiones, cariño sobre eso.  Y el saber que es nuestro, nos reconforta. 

Pero, ¿nos paramos a pensar que el hecho de que todo ello es fruto de la parte de nosotros que pongamos en eso? Posiblemente no. Y por eso empezamos a acumular muchas cosas y a pesar de que ya no nos sirven o nos hacen falta etc, no las tiramos y las dejamos ahí, porque nos da pena. Si nos paramos a pensar quizás estamos rodeados de demasiadas cosas. Quizás deberíamos también aprender a soltar...

Con las personas nos pasa algo parecido. Nos apegamos a ellas y establecemos un vínculo que se pasa de lo que sería una relación sana. El apego no es malo. Establecer una relación con miedo con una determinada persona porque la necesitamos para vivir, sí. Ocurre con las relaciones de pareja con demasiada frecuencia y eso no es más que un signo de que no nos han enseñado a amar de forma libre y consciente. Amar no es pertenecer. No es posesión, es querer libre.

En el momento que ponemos etiquetas y nos adueñamos de ellas, nos comportamos con respecto a lo que esperamos. ¿No sería mejor dejar las expectativas y vivir con respecto a lo que somos ahora? Resulta que cuando etiquetamos o nos etiquetamos, somos la etiqueta y nos dejamos matices. Y cuando no cumplimos o no cumplen con respecto a lo que hemos nombrado como tal, llegan las expectativas no cumplidas.

Como una vez leí: “lo que no se nombra, no existe”.  Así que sed y deciros a vosotros mismos/as las palabras de amor que muchas veces les decimos a otros, tened compasión con vuestras equivocaciones y disfrutad del camino. Despegaros y desprenderos de lo que ya no os pertenece. Como la serpiente que deja atrás esa muda y ya no forma parte de ella.

Mis mejores deseos! Nos leemos en breve!

Inma

Comentarios

Entradas populares