Confiar





“Confiar en ti mismo no garantizo el éxito,
Pero no hacerlo, garantiza el fracaso”


Feliz última semana de Septiembre, 

Espero que hayáis tenido una buena semana y que podáis aprovechar el finde, haciendo todo eso que os gusta y que se pospone porque nos falta el tiempo.
Imagino que os pasa como a mí, que aprovecho el fin de semana para poder desconectar y relajarme. Es un placer el no madrugar o el hacerlo para por ejemplo leer tranquilamente, tomar el desayuno sin prisas o quedarme más rato en la cama.

Los pensamientos que no dedicamos (y que a veces nos repetimos), son un mantra que llega a nuestro cerebro y que terminamos por creernos: “tanto si crees que puedes, como si crees que no, estás en lo cierto” (Henry Ford). Y es que tenemos en nosotros mismos un potente poder de consciencia y de ayuda, que manda mensajes a todas nuestras células. Hay diversos estudios que constatan que nuestros pensamientos terminan por influir en nuestra salud. Y yo creo firmemente en ello. Si simplemente sonríes, verás como empiezas a ver todo de forma más positiva. Cuanto más hagas de lo que te hace feliz y más te llenes de ello, mejor salud tendrás.

El tema de hoy es la confianza. Y es que, ¿Cuántas veces nos hemos agobiado con las cosas? ¿Cuántas veces nos hemos empezado a frustar por algo que no viene, que no llega o que no sale como queremos o pensamos? Y ello nos hace ponernos negativos, irritables e incluso enfadados porque no somos capaces de alcanzar eso que queríamos o eso que esperaban de nosotros. Y entramos en un círculo vicioso que no nos lleva más que a sentir negación de nosotros a nosotros mismos. En el peor de los casos, podemos llegar a una depresión.

Confianza es una palabra que abarca mucho. Sin embargo, en este aspecto, cuando hablo de “tener confianza” me refiero a ser capaces de no quedarnos en lo superficial, a ver mucho más allá de lo que tenemos delante. No debemos quedarnos en el obstáculo, sino encontrar los motivos que no nos ayudan a alcanzar nuestras metas. En ocasiones dependerá de nosotros y otras de factores externos.

Ante lo que no depende de nosotros, sólo nos queda ser optimistas y pensar que aún no es nuestro momento, o que debemos tener paciencia. En ocasiones es cuestión de tiempo o de concienciarnos que lo que queremos, no siempre llega cuando lo deseamos.

Por otro lado, cuando son motivos personales, deberíamos establecer las metas en función de los objetivos. Si nos quedamos sólo con el hecho de no haber conseguido lo que queríamos, deberíamos cambiar la actitud y pensar en establecer pequeños objetivos alcanzables que nos aporten optimismo. Confiar en nosotros mismos, en que somos capaces.

Siempre he creido eso de “estás en el momento que te corresponde estar”. Y aunque en ocasiones es muy complicado pensar que es así, la confianza en que ello es lo que me toca vivir y de lo que tengo que aprender, me hace tener un cierto grado de consuelo. Y no en modo de resignación, sino de que todos los obstáculos que aparecen en la vida, vienen porque nos toca aprender. Son enseñanzas que debemos coger y que nos hacen más fuertes.

Confianza en que todo se resolverá del modo que sea mejor para nosotros y pensar que ello viene así porque es lo que nos toca.

Nos leemos en breve. Con amor,

Inma.

Comentarios

Entradas populares