Ser Conscientes: Mindfulness para principiantes


“Yo,
Aquí,
Ahora”.

Feliz viernes de nuevo! ;)

¿No tenéis la sesión de que el tiempo vuela?  Uff! Hace apenas una semana estába de vacaciones, disfrutando del viernes santo y ya está otro finde aquí. No se si es mi impresión, pero es como si hubieran acelerado el tiempo y fuera más rápido de lo que realmente soy consciente.

Es precisamente de eso de lo que os vengo a hablar hoy. Escuchamos mucho eso del “mindfulness” y cada vez podemos encontrar más libros, cuadernos y apps para móvil o tablet que nos hacen ser conscientes de que estamos vivos ahora y que no debemos obsesionarnos con todos esos planes, metas o proyectos que cuando no los vemos aparecer, nos aturden, bloquean e incluso nos agobian.

Os hablo desde mi experiencia, desde el conocimiento de que es necesario hacer esas pausas, ese “reset” de cambiar el chip y no quedarnos estancados en lo que no hemos alcanzado o conseguido, en lo que nos han dicho o nos han dejado de decir. 
Les damos a los demás un poder tal que nos olvidamos de nosotros mismos. Y aunque cada vez es más frecuente ir con el móvil a cuestas, no está de más dejarlo en mute en algunas ocasiones o apagarlo el fin de semana para centrarnos en ese día, con esa persona con la que estás, comando un café, leyendo un libro o dando un paseo. 

Quizás, se ha puesto de moda y rara es la persona que no habla de ello, o que no sabe qué es lo que significa. Aquí la cuestión es: ¿Lo practicas? ¿Eres consciente de que este instante, este momento, este día (con sus cosas buenas y/o malas) tal y como lo estás viviendo, no va a regresar? No. No lo somos. Por desgracia, ( o por fortuna), no podemos parar el tiempo. 

Me reconozco entre las que se agobia. Entre las que les gusta pensar que quedan muchas tareas por hacer, o planificar determinadas cosas. Soy de las que piensa ¿pero por qué ahora? ¡Mejo luego! O veo el reloj y quiero dejarlo todo hecho y se me va la noción del tiempo. Y claro, llegando al jueves estoy ya casi disfrutando porque el sábado está a la vuelta de la esquina. Y el Domingo por la noche ya estoy de nuevo con cara de “otra vez mañana lunes...” 

No, el lunes no tiene la culpa. Ni el finde de pasar tan rápido (aunque un poquito sí, no vamos a engañarnos). Somos nosotros y nuestra actitud ante el tiempo, ante los días. Como si unos fueran más importantes que otros. Es cierto, algunos terminan por serlo. Pero todos tienen la misma duración y ante ellos podemos tener una actitud positiva y de agradecimiento. Hay momentos para hacer aquello que nos gusta, que nos satisface y que al final, nos hace sentirnos bien.

He tenido una semana de lo más completa. Con sus altos y sus bajos. Y he de reconocer que al final, la actitud es lo que nos hace ver las cosas desde otra perspectiva. 

Mírate al espejo. Quiérete. Sí, podrías ser más alto. Más inteligente. Más rico o tener un mejor trabajo. Incluso podrías tener todo ello que siempre has soñado y parece ser algo inalcanzable. Pero, ¿quién eres ahora? Esa persona que te está mirando desde el otro lado. Respira. Eres tú. Sonríe.

No se trata de ser egoista, se trata de querernos más, de hacernos caso, de escucharnos. Hacemos cosas pensando en los demás, en agradar, en ese “postureo” que vemos en las redes sociales y que nos hace cuestionarnos por qué nosotros no. Nos hemos creido esa vida que vendemos y nos venden. No. Deja a un lado lo que no es real. No existe la perfección. Todo lo que nos rodea es imperfecto. Y ahí reside la cualidad de cada uno, que incluso, lo hace más interesante.

Volviendo al tema que os hablo, la consciencia plena, os tengo que confesar que a día de hoy, después de casi dos años trabajando este aspecto, sigo “pecando” y se me olvida. Si viviera en el campo quizás sería todo un poco más fácil, pero la ciudad te obliga a vivir en su frenético ritmo y parece empujarte para que te subas a ese tren que te lleva a la rutina de todos los días. ¡Qué complicado es ser consciente de ese instante cuando lo único que quieres es llegar a casa y ponerte el pijama!

Podemos empezar por pequeños gestos, como cambiar la ruta para ir o al volver. Mirar al cielo (en lugar de al móvil), ver que ya hay árboles que empiezan a brotar (a ver si la primavera se instala de una vez y no sigue volviendo loca a la naturaleza), mirara a nuestro alrededor. Hasta la misma calle siempre cambia, te cruzas con otras personas, los escaparates han cambiado... Qué complicado despegarnos del móvil. 

Mirar qué hacen otros y no saber qué hacemos. Así luego nos preguntamos si habremos cerrado bien la puerta o si hemos echado en el bolso el móvil (y lo llevamos en la mano). 

¿Te has reconocido en algo? Si es así, es porque somos humanos. Todos podemos cambiar (hasta el cabezota que diga que no). 

Por eso, os voy a invitar a que hagáis un ejercicio de consciencia plena que quizás tengáis que hacer más a menudo.

Durante el tiempo que has estado leyendo el post, has estado respirando, ¿verdad? Pero, ¿has sido consciente de que lo hacías? Posiblemente no. No te preocupes, es algo normal. ;)

Ahora relájate y haz unas cuantas inspiraciones profundas. Nota como el abdomen se va llenado de oxígeno y expúlsalo lentamente por la nariz. Relájate. Hazlo durante unas cuantas veces. No mires el móvil. No cuentes cuántas inspiraciones-espiraciones haces. Sólo concrentrate en tí. No pienses en otra cosa.

Repítelo cuando quieras concectar y reconectar contigo. Seguro que te sientes un poquito mejor!

Disfrutad del viernes y del finde. Y de la próxima semana! Nos leemos en breve de nuevo. Sed felices!

Inma






“Siempre está compuesto de ahoras”
Emily Dickinson 

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