¿Irse o Permanecer? Esa es la cuestión
“A veces el tren equivocado te puede llevar a la estación correcta”
Todos conocemos casos de personas que suelen decir eso de “aprovecha ahora, que el tren sólo pasa una vez en la vida”. O que te repiten constantemente lo de “hay oportunidades que sólo pasan una vez en la vida”.
Creo que es un grave error. Pensar que un tren, una oportunidad o una situación sólo ocurre una vez en la vida, es limitarse a decir “ahora o nunca”, como si tuviéramos la necesidad de subirnos ahora al tren (sin saber con exactitud dónde nos lleva) porque no sabemos si volverá a pasar. Aquí eso de “más vale malo conocido que bueno por conocer” no sirve de nada. El refranero, que tiene salidas para todo. ;)
No es cierto. Hay trenes que pasan más de una vez. Quizás hay que ir a la acera de enfrente, porque va a otro sitio o simplemente andar un poco y cambiar de estación. No hay situaciones que se den una vez en la vida. Posiblemente, encontremos alternativas si nos dedicamos a buscarlas, aunque lo que encontremos no es como nos lo habíamos imaginado.
Como siempre he mantenido, la vida es cuestión de cambios, nada permanece inalterable. Sólo hay que echar la vista a nuestro alrededor y ver que la propia naturaleza es cambio. Nosotros, somos cambio. Ya os hablé sobre ello en un post que podéis volver a ver haciendo clic aquí.
Lo cierto es que a lo largo de la vida, como es natural, vamos cambiando etapas y en cierto modo, otras las vamos quemando. Algo en nuestro interior nos dice que una situación determinada (una relación, un trabajo, una amistad, una ciudad, una casa etc) ya no forma parte de nuestra vida y nos hace sentirnos incómodos. Como si al final, eso ya no estuviera en tí y te empujara a cambiar, a irte. Porque aunque sea en cuerpo, tu mente y tu corazón, están en otro lado.
Podríamos hacer una lista y comprobar la gente que supuestamente “perdió el tren” y después se subió a otro. ¿Y era mejor o peor que el anterior? Posiblemente, si es lo que quieres y necesitas, para tí, sea mucho mejor. Y eso, es la mejor respuesta que te puedes dar.
No vivas angustiado por no aceptar o sentir que no has aprovechado una determinada ocasión que se te presentó. Si respetas tu tiempo y lo utilizas en cosas que te hacen feliz y te dan seguridad, cuando otro tren vuelva a pasar, sí estarás preparado para subirte e incluso reconocerlo. Y si nunca más pasa, entonces irás a buscarlo tú mismo a la estación.
Mientras te quedas en tu sitio, en vez de culpabilizarte, trabájate el motivo que te hizo quedar, porque si así lo decidiste es porque realmente lo necesitabas. Investiga, conócete, prepárate, estate atento a las nuevas oportunidades y aún mejor ¡créalas tú mismo!. Ten ideas innovadoras, habla con gente, profundiza en tus conocimientos. Todo es cuestión de mentalidad, de crear las circunstancias.
No nos enseñan a eso. Desde pequeños, nos dejan estar en un estado aletargado donde hay que hacer lo que todos, seguir esas pautas o patrones para continuar perteneciendo a ese grupo. Y cuando crecemos, nos cuesta desvincularnos de esa rutina, y hacemos las cosas porque es lo que nos han dicho en casa o porque todo el mundo lo hace. No nos dejan ser nosotros mismos porque tampoco nos han dado opción a que lo podamos descubrir.
Todo es posible mientras estamos vivos. Así que si quieres seguir en ese mismo lugar aunque no te llene, en una relación que no te satisface pero en la que te sientes cómodo, en un trabajo que no te aporta nada nuevo, pero el beneficio económico te hace vivir cómodamente, etc, no te culpes. Quizás eso es lo que necesitas ahora y te falta la motivación para el cambio. Al fin y al cabo, somos las decisiones que tomamos (y las que no tomamos también).
Así que si estás ahora en una situación complicada o crees que necesitas un cambio en tu vida, reflexiona lo que tienes y lo que quieres conseguir. Dale tiempo al tiempo y a las decisiones. Y si este tren no termina de gustarte, siempre puedes bajarte y coger otro.
Mis mejores deseos, de cambio siempre a mejor.
Inma
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