Tomar un instante para meditar
“La vida es equilibrio entre cambio y movimiento”
Osho
Feliz viernes! ¿Qué tal estáis llevando esta semana? Espero que muy bien! Los miércoles son ese día de transición en el que vemos más lejos el lunes y más cerca el finde. ¡Qué necesario es encontrar esos momentos de paz para uno!
Hoy os he preparado un post que espero os sea de ayuda para esos momentos de inquietud, nerviosismo, estrés y temporadas en las que uno no encuentra “su sitio” o no sabe desconectar de la rutina.
He tendio unos dos meses algo frenéticos, donde iba juntando un día con otro y aunque lo llevaba con armonía y sabía que era algo pasajero, me he sentido algo más baja de moral y de forma. No hay nada como sentir que puedes hacer algo para poder hacerlo. Engañar al cerebro en ocasiones es una buena forma de poder afrontar instantes de miedo e indecisión. Como una vez leí: “Lo que crees, creas” ;)
Aún así, los días y la rutina se apoderaban de mí y yo me negaba a sentir que todo eso me iba a sobrepasar. Así que empecé a plantarle cara. La situación era la que era, pero yo sí podía enfrentarme a ella de una forma más positiva y de crecimiento.
Siempre he creído en las energías y en hacer todo lo posible por encontrar la paz allá donde uno está, ya bien sea en el trabajo, en una reunión, en una situación difícil o ante elecciones que uno tiene que tomar. Así que dedicaba algunos instantes a hacer eso que me daba una profunda paz y me ayudaba a sobrellevar esos instantes de agotamiento o donde sentía que la mente no iba a dejar de pensar en otra cosa.
Muchas personas ya van o tienen esa idea preconcedida de que la meditación no va con ellos/as, que requiere de un grado de concentración que no va con su forma de ser o su ritmo, o que directamente no lo necesitan.
Posiblemente esta última afirmación sería cierta si lleváramos un ritmo de vida diferente, si estuvieramos menos conectados virtualmente y más interior y personalmente, en contacto con la naturaleza, sin dejarnos atropellar por las prisas, la rutina y los plazos que nos marcan o nos marcamos.
Así que cuando eso es lo que tenemos, nada mejor que hacer una pausa obligada y conectarnos a nuestra esencia. A mí me ayuda por ejemplo encender una vela, poner algo de incienso y música relajante. Tan es así que siempre que puedo lo hago incluso en mi lugar de trabajo, es algo así como “no puedo cambiar el estar trabajando/estudiando, pero sí puedo hacer este espacio más agradable” y por extensión, lo convierto en algo mío. Incluso estoy aprendiendo a ir por la calle sin estar tan pegada al teléfono y comprobar cómo el mismo camino de siempre presenta otros matices, otras personas, el paso del tiempo, los cambios de estación...
Meditar es llevar todo ello a una máxima expresión. A mí me costó mucho al principio, llegando a pensar que no iba a lograr concentrarme en dejar la mente en blanco y me agobiaba el hecho incluso de hacerlo. Es algo así como cuando quieres ponerte a dieta y lo único que te apetece es comer chocolate, patatas fritas y como por arte de magia sientes que tienes más hambre que nunca. Es un reto para nuestra mente.
Al principio, como os decía, empecé con dedicar unos minutos al finalizar el día, antes de meterme en la cama para hacer una pequeña reflexión sobre cómo había ido todo. Es también incluso un momento perfecto para dar las gracias. Y después proceder a hacer unos cuantos ejercicios de respiración profunda. Si esto lo haces durante un tiempo, empezarás a sentirte mejor.
Y para hacer una meditación más completa, busqué por internet y encontré varias Apps como “Siente” o la propia que la marca “Rituals” tiene. En Youtube también hay videos para hacer meditaciones guiadas, donde la gran mayoría hacen que empieces a concentrarte en la respiración. Si controlas la respiración, puedes controlar cualquier situación que se te presente en la vida o al menos, tomarla con serenidad.
En definitiva, sólo quería recordaros la importancia de estar en paz y sentir esa tranquilidad para vivir. Y también aprovechar cada segundo, porque aunque parezca mentira, estamos en el ecuador del año. El tiempo vuela y no podemos vivir de puntillas, sin ser conscientes. Todos nos miramos al espejo y comprobamos que crecemos, maduramos, nos hacemos más adultos. ¿Por qué no aprovechar este instante?
No está mal tomar unos momentos para nosotros, para darnos un capricho, tomar un helado, quedar con alguien a quien hace mucho que no ves o echarte una siesta un domingo de esas sin despertador. Lo mismo que le dedicas tiempo a otras personas, hazlo contigo. Sonríe, estás aquí para ser feliz. No te detengas.
Escucha. Siente. Vive.
Mis mejores deseos! Nos leemos en breve.
Inma
Comentarios
Publicar un comentario