Vivir es un asunto Urgente.


“Vivir, es un asunto urgente. Todo lo demás, puede esperar”

Hoy quería centrarme en un aspecto que muchas veces, por cotidiano, pasa desapercibido.  Y es que con todo esto de tener siempre todo a punto, de intentar demostrar(nos) ser los mejores en algo, cumplir con nuestras obligaciones, hacer siempre todo lo que se espera que tenemos que hacer etc etc, nos vamos dejando llevar hacia lo que termina por convertirse el centro de nuestra vida, sin tener la importancia que ello requiere.

Reconozco que soy una persona que le da muchas vueltas a la cabeza, teniendo incluso posibles contestaciones a futuras conversaciones, intentando planificar, o simplemente, haciendo cosas por tener esa sensación de haber cumplido con las obligaciones de la mejor forma posible. Pero llevo un tiempo meditando sobre ello y haciendo un cambio en el chip de mi mente. Básicamente porque hay cosas que por más que quieras, van a salir como tengan que salir. Y por más que pretendas que salga bien, poner todo de tu parte, tendrás que dejar un hueco a la improvisación. 

Son pequeñas intoxicaciones que forman parte de nuestra mente, pues llenamos de “basura emocional” nuestro día a día y nos preocupamos u ocupamos nuestra rutina con cosas que aún no han pasado y que en cierto aspecto, no son reales. Porque creemos que a lo mejor así, de tanto repetirlo, nos convencemos. Es como si nos aferráramos a algo que sólo se ha creado en nuestra cabeza. 

No fluimos lo suficiente. Porque vivimos en un mundo que tampoco nos lo pone fácil, todo hay que decirlo. ¿No sería todo mucho más cómodo si cada uno viviera su vida sin interponerse con los demás, intentando buscar el bien general, sonriendo a la vida y a las personas que te rodean? El egoismo que muchas personas tienen como ley de vida, ese “ponerse por montera” cualquier cosa y hacer un conflicto de algo que sencillamente se resolvería con unas palabras cálidas o sinceras, haciendo ver al otro la confusión, el error, empatizando. Pero es que con ciertas personas es imposible, lo digo por experiencia. Ojalá practicar más lo de ir haciendo aquello que te gustaría que te hicieran. 

Nos olvidamos de vivir. Sí, es muy complicado entender el significado de vivir, pero es que tampoco nos lo ha explicado nadie. Al igual que nadie te habla de la muerte. Y en cierto modo, entre la vida y la muerte, estamos nosotros. 

Desde pequeños nos intentan educar con mil cosas, para que seamos profesionales el día de mañana. En el colegio o en el instituto estudiamos sin parar (o esa es la idea) para poder elegir la profesión a la que queremos dedicarnos. Luego en la universidad o en un módulo de formación profesional y así hasta conseguir un trabajo. El que lo tiene, asfixiado y quizás hasta quemado. El que no, ansioso y frustrado por no tenerlo. De luenes a viernes (o sábados y domingos) trabajando. Y deseando que llegue el día de descanso, o las vacaciones. Rutina de familia, de cumplir, de quedar, de salir, de entrar. Problemas, políticos que no nos explican, mentiras por doquier... ¿Eso es realmente vivir? ¿En eso consiste la vida? Nos hemos equivocado por completo. Nos estamos quedando sin tiempo y aún a día de hoy no entendemos cuál es nuestra misión. ¿Y si la buscamos mientras somos felices?

Es posible que llegue el día en el que por cualquier circunstancia comprendamos realmente el significado de lo que significa vivir. Y es a partir de ese día, en el que naces. Lo digo en serio. Porque me ha sucedido. Y se que a muchas otras personas también. 

Seguramente el mundo sería un sitio mejor si nos respetaramos, empezando por uno/a mismo/a. Pero nos falta el tiempo para dedicarnos a ello. 

Aunque hay mañanas que se me olvida hacerlo (la falta de costumbre) aprovecho hasta los lunes, para sentirme afortunada, por todo lo que tengo (que posiblemente no es todo lo que yo creía tener), pero también por lo que no. Despertarse con una sonrisa y contagiar un poco de optimismo a quienes nos rodean. Vivir, con mayúsculas, porque al fin y al cabo, todos cada segundo, estamos envejeciendo, en ese reloj que tenemos de tiempo, nos vamos quedando sin él. Y tu eres el piloto. Aprovecha el vuelo y todo lo que eres. Quizás no serás el mejor futbolista de la historia, ni descubrirás la solución definitiva para el cáncer o el alzheimer. Posiblemente no te den el premio nóbel de la paz, ni el planeta por tu maravillosa novela. Pero sí puedes ayudar a tu vecino a subir las bolsas de la compra, llamar a alguien a quien hacía mucho que no ves, dejar una nota de agradecimiento a tu compañero de trabajo o hacer una donación a una causa benéfica. 

Imagino que habréis visto “Cadena de Favores”. Me la pusieron en bachiller en el colegio, como parte de una actividad de filosofía. Y me marcó. 

Recordad siempre que vivir, es un asunto urgente. Todo lo demás, puede esperar. 
Mis mejores deseos siempre, 

Inma.


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