Preparando la Navidad
La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente.
Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de Navidad. (Calvin Coolidge)
Diciembre me parece el mes más especial del año. Y es que el preparar la comida todos juntos, el desear (de corazón), unas felices fiestas, una Navidad en familia, con los seres queridos, con los que están y con los que se fueron, hacen un momento consciente del "aquí y ahora" que tantas veces dejamos de lado y además, tener un instante de reflexión, hace del último mes del año, un momento casi mágico.
El pasear por la calle y además de ver la gente (con sus prisas y sus agobios), o los supermercados y centros comerciales a tope, el detenerse y disfrutar de las luces, de la ilusión de los niños, de los mayores un poco también, en definitiva, de cerrar la puerta, de descansar, desconectar y disfrutar para relajarse de la rutina y para pensar en uno mismo/a.
En Nochebuena me gusta tener una especie de ritual. Me encanta encender algunas velas, tener macetas o flores alrecedor, y por supuesto, preparar algún dulce o postre casero, sano y además con un toque especiado (clavo o anís estrellado son mis favoritos). Las velitas de Yankee Candle son geniales aunque este año he cogido dos en Mercadona (que seguramente tenéis muchas) y dejar que no sólo alumbren, sino también, que desprendan un agradable olor. El muérdago en la puerta, el belén, el árbol con las figuras (de cuando éramos pequeñas, de ahora...), mis peluditos, el mantel blanco, cenar todos (juntos y a la misma hora) en el salón...
Es una noche también para agradecer. Eso es algo que pasamos por alto muchas veces, presos de la rutina, de llevar la agenda al día (al menos en mi caso), de cumplir con nuestras metas etc, etc. Y eso nos hace olvidarnos quizás, de lo más importante y es sentirnos agradecidos de poder compartir un momento así, con la familia y con nuestros seres quiridos. Hay muchas cosas, milagros que pasan a diario y que se nos olvidan. Navidad es el momento perfecto para poder hacerlo, para sentirnos afortunados porque tenemos lo que muchos ni siquiera saben que existen.
No hace falta irse muy lejos para saber que en nuestra ciudad, quizás más cerca de lo que pensamos, hay personas que no pueden disfrutar del calor de una casa, de poder preparar la comida con los alimentos que hemos comprado y que hemos decidido poner, de abrir el armario y tener ropa que ponernos (y que en ocasiones no sabemos qué elegir para salir), o el tener una salud que con sus más o sus menos, nos permite hacer lo que nos gusta. Nos hemos centrado tanto en lo que nos gustaría tener o pensamos que nos falta, que no valoramos lo que sí tenemos y que es para muchos, lo que desean.
En definitiva, la Navidad, es una época que me encanta, porque además de ser festivo, se hace especial el estar en casa descansando y disfrutando, charlando, aprovechando para hacer esas cosas que de otro modo no podríamos hacer.
No puedo olvidar a los que no están. Estoy segura que ellos saben que los tenemos muy presentes. Por eso es mejor aprovechar cada segundo de vida y no dejar para mañana, los “Te Quiero” y los abrazos que podamos dar hoy.
Y en una semana estamos despidiendo el año. Yo sigo pensando en mi lista de propósitos (para cumplir, claro), que estoy preparando para hacer el año que viene. Os lo dejaré en el último post de este año 2017, que espero, haya sido la mitad de bueno de lo que nos espera para el próximo año.
Con mis mejores deseos, de cariño espero que disfrutéis de corazón estas fiestas, y tengáis un hueco, un gesto, un pequeño detalle con aquellos que más lo necesitan.
¡Feliz Navidad!
Inma
En Nochebuena me gusta tener una especie de ritual. Me encanta encender algunas velas, tener macetas o flores alrecedor, y por supuesto, preparar algún dulce o postre casero, sano y además con un toque especiado (clavo o anís estrellado son mis favoritos). Las velitas de Yankee Candle son geniales aunque este año he cogido dos en Mercadona (que seguramente tenéis muchas) y dejar que no sólo alumbren, sino también, que desprendan un agradable olor. El muérdago en la puerta, el belén, el árbol con las figuras (de cuando éramos pequeñas, de ahora...), mis peluditos, el mantel blanco, cenar todos (juntos y a la misma hora) en el salón...
Es una noche también para agradecer. Eso es algo que pasamos por alto muchas veces, presos de la rutina, de llevar la agenda al día (al menos en mi caso), de cumplir con nuestras metas etc, etc. Y eso nos hace olvidarnos quizás, de lo más importante y es sentirnos agradecidos de poder compartir un momento así, con la familia y con nuestros seres quiridos. Hay muchas cosas, milagros que pasan a diario y que se nos olvidan. Navidad es el momento perfecto para poder hacerlo, para sentirnos afortunados porque tenemos lo que muchos ni siquiera saben que existen.
No hace falta irse muy lejos para saber que en nuestra ciudad, quizás más cerca de lo que pensamos, hay personas que no pueden disfrutar del calor de una casa, de poder preparar la comida con los alimentos que hemos comprado y que hemos decidido poner, de abrir el armario y tener ropa que ponernos (y que en ocasiones no sabemos qué elegir para salir), o el tener una salud que con sus más o sus menos, nos permite hacer lo que nos gusta. Nos hemos centrado tanto en lo que nos gustaría tener o pensamos que nos falta, que no valoramos lo que sí tenemos y que es para muchos, lo que desean.
En definitiva, la Navidad, es una época que me encanta, porque además de ser festivo, se hace especial el estar en casa descansando y disfrutando, charlando, aprovechando para hacer esas cosas que de otro modo no podríamos hacer.
No puedo olvidar a los que no están. Estoy segura que ellos saben que los tenemos muy presentes. Por eso es mejor aprovechar cada segundo de vida y no dejar para mañana, los “Te Quiero” y los abrazos que podamos dar hoy.
Y en una semana estamos despidiendo el año. Yo sigo pensando en mi lista de propósitos (para cumplir, claro), que estoy preparando para hacer el año que viene. Os lo dejaré en el último post de este año 2017, que espero, haya sido la mitad de bueno de lo que nos espera para el próximo año.
Con mis mejores deseos, de cariño espero que disfrutéis de corazón estas fiestas, y tengáis un hueco, un gesto, un pequeño detalle con aquellos que más lo necesitan.
¡Feliz Navidad!
Inma
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