Conectando con el YO





“Esperar no significa detenerse”


Feliz miércoles! Ya ecuador de la semana y como aquel que dice, del mes de Mayo. No sé a vosotros, pero a mí se me han pasado estos meses casi en un suspiro entre tantas cosas, con este tiempo tan extraño que hemos tenido que parecía otoño, con las lluvias, el frío... La primavera se ha resistido pero parece (o eso esperamos) que el buen tiempo se quede y podamos aprovechar los largos días, el solecito y la vida social!

La semana pasada me quedé con ganas de escribiros y no pude por falta de tiempo y porque me puse mala. Imagino que la primavera es lo que tiene. Sin duda, eso me hizo darme cuenta que debemos valorar un poquito más la salud y por supuesto, que tenemos que hacer pausas obligadas, disfrutar de nosotros, de hacer aquello que nos gusta de vez en cuando, lo que siempre hemos llamado “darnos un capricho”. Y mejor hacerlo por las buenas. No hay nada urgente. Lo importante primero, es aprender a escuchar a ese “YO” que en ocasiones por falta de tiempo, por cansancio o por dedicarle a otros, silenciamos. 

Lo cierto es que ahora, en primavera, considero que es el momento ideal para organizar la segunda parte del año. Porque en Junio estaremos ya pensando en el verano, en descansar... Y sí, aunque parezca extraño, ya estaremos en mitad del año. ¿No os da la sensación de que el tiempo pasa súper rápido cuando te vas haciendo mayor? Eso lo envídio de los pequeños, porque no tienen noción de otra que no sea el “ahora”. El para mañana les queda muy lejos. ¡Cuánto deberíamos aprender de ellos! 

Qué necesario es en ocasiones perderse, desconectar, olvidar todo. Y hay sitios que te invitan a ello, como si de algún modo conectaran contigo, como si una parte de tí, estando en ese sitio, incluso trabajando, te hiciera también sentir en “casa”, en tu hogar, cómoda. Lo mismo que pasa con determinados olores.

No sé si a vosotros os ha pasado. Yo tengo un “vicio” o pasión por los olores. Depende de cómo me encuentre necesito un olor u otro. Y aunque no lo parezca, todo parece volverse más fácil. Es como un conectar con esa parte de nosotros, un recuerdo, un lugar, una persona, una situación o un instante.  

Aunque no me haya movido de casa, noto las pilas a tope. Qué curioso ¿verdad? Qué fácil es a veces un gesto ran sencillo. Cada vez practico más el Hygge y siento más paz en cualquier sitio en el que me encuentro. Y las velas me ayudan a ello, al igual que los olores.

Por eso, dedicarse un ratito, es tan importante. No os olvidéis de ello! No olvidéis ese “YO” que siempre nos acompaña. 

Pues sí, al final lo que importa es vivir cada día con alegría, ilusión y cariño. Hay tantas cosas buenas y bonitas que no nos damos cuenta por las prisas con las que vivimos, por el poco tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos bien por las obligaciones laborales e incluso laborales. Aprovechemos el buen tiempo y cada día que vivimos!

Nos leemos en breve! Un beso!

Inma













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