Diferencia entre “Gente” y “Personas”


“Lo mejor en la vida es cuando encontramos personas 
que saben hacer de pequeños momentos, grandes instantes.”

Otra semana más que se esfuma y nos adentramos de lleno en un tiempo de luces, de colores vivos, de canciones... Sí, la Navidad está ya casi a la vuelta de la esquina y ese ambiente (quitando la parte consumista y desvalorizada e incluso estresante), me transmite tanta calidez, como si el hygge estuviera aún más presente: en las velas que me encantan (todavía más) encender en casa, las reuniones con motivos o sin ellos, la ilusión de los reencuentros... En fin, que es un tiempo bonito, que unido al otoño-invierno, lo hace más especial, como ciertas personas que aparecen en tu vida de algún modo.

Precisamente, estoy teniendo últimamente algunas situaciones que me han hecho más patente todavía la diferencia entre “Gente” y “Personas”.

Porque gente, hay mucha, en todos lados. Nos cruzamos con anónimos al pasar por las calles, al ir a comprar, en las salas de espera, en el avión, en las escaleras.
Pero personas, hay pocas, sobretodo, las que se notan especiales, las que desprenden algo que te ilumina, las que te tocan por lo que hacen, por lo que dicen, por cómo te hacen sentir. Personas que incluso lejos, te hacen asentir con la cabeza, te ponen tu mundo patas arriba y te hacen cuestionarte cosas que nunca antes habías pensado. Personas que no conoces y las piensas muy cerca, familiares que nunca pudiste conocer y que sabes que de algún modo te acompañan, en pensamiento, en lugares o en una simple hoja que cae del árbol justo delante de ti al caminar y te hace parar a contemplar ese pequeño milagro.

Porque el mundo está hecho de personas, no de gente. De personas comprometidas, que aman lo que hacen, que quieren hacer este planeta un poquito mejor, que piensan en ellos pero también en los demás. Que no se cansan de soñar a pesar de no haber dormido en años.

Y es que esas personas, que nos tocan y nos transforman, lo hacen precisamente porque se establece una conexiòn simbiótica, porque en mayor o menor medida, dos “puertas se abren a la vez” y  descubres que en la simpleza de lo común, también hay belleza. Porque descubres que de algún modo, entre esas personas y tú; entre tú y esas personas, hay semillas que florecen a la par. Personas que forman parte de tu día a día.

Quizás nos hemos cruzado con muchas personas que se han transformado en gente corriente y común, o por el contrario, de entre tanta gente, han sobresalido personas que ya están ahí, en tu vida, en tu mente, en tu día a día.                                           

Espero que el buen tiempo de este fin de semana os siga acompañando en vuestras aventuras diarias y cotidianas. Ojalá un mundo lleno de mejores personas. Con amor,

Inma.

Comentarios

Entradas populares