VIVIR: En Mayúsculas

 
Ya llevamos 6 días de este 2015 y ya podemos decir si al menos, algunos de nuestros propósitos se han cumplido, o los hemos hecho realidad. Hoy es el día de la ilusión por antonomasia, sobretodo para los más pequeños, que descubren sus regalos por haber sido buenos, esa carta que con tanta ilusión les pedían a los Reyes Magos, esa carita de alegría e inocencia. ¿En qué momento empezamos a crecer? Sinceramente, creo que cuando perdemos todo eso y nos limitamos a ser adultos en todo, nos dejamos llevar por la rutina y las obligaciones y así pasan nuestros días.
 
Tras unos días de reflexión, he de confesar que he "resintonizado" un poco y vuelto a ser YO, con Mayúsculas. Y entonces, como si una cosa llevara a la otra, se empieza a VIVIR, en Mayúsculas. Eso no quiere decir que no existan miedos, pero los temores sí que desaparecen, y empiezas a ver por dónde hay que ir, por dónde hay que marchar. Porque no tener motivos para quedarte, ya es un motivo para marcharte. Porque hay que creer en uno mismo.

En ocasiones nos pasa como este elefante (o como la gran mayoría). ¿Queréis descubrirlo?

[...] “El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.” Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día y al otro…
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque ¡Cree que no puede!
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo. Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.
Y tú, ¿tienes algo de elefante?

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que “no podemos” hacer un montón de cosas simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: no puedo, no puedo y nunca podré.

Muchos de nosotros crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar ni cuestionar. Esto es lo que nos pasa, vivimos condicionados por el recuerdo de una persona que ya no existe en nosotros, que no pudo. Tu única manera de saber si PUEDES es intentarlo poniendo en ello TODO TU CORAZON!.
 
 
 
Cuando lo leí a Jorge Bucay en sus "cuentos para pensar" sin duda, me dio que pensar. Y por ello, un poco antes del 31 de Diciembre de 2014 me dije a mí misma que iba a desterrar de mi mente esos fantasmas que suelen anidar en nuestra cabeza, esas dudas y miedos que se ocultan en nuestro corazón, que los rencores y los pensamientos negativos no sirven para nada, que ocupar el tiempo en aquello que ya pasó, me resta tiempo para poder alcanzar lo que quiero ahora, que viviendo en un constante ir y venir al pasado, me estaba perdiendo el presente. Si nos anclamos, no podemos arrastrar con todo. Nuestros pesos van a ser más grandes que nuestros sueños y nos impedirán volar.
 
Hoy es un día de alegría, de ilusión, de coger aire y soltar lastres. Ese puede ser un buen regalo. Borrar no, pero si meter en un paréntesis todo aquello de lo que aprendimos, pero solo eso. Y dejarlo ahí, en una esquina. Y ponernos unas nuevas metas. Quizás, no lleguemos al final, o lleguemos cansados, o nos equivoquemos, pero, hay muchas cosas nuevas por descubrir, personas nuevas que conocer y por qué no, equivocarnos de nuevo. Pero sin perder la sonrisa. Eso debería ser Vivir, eso deberíamos hacer. O eso creo yo. Mientras reorganizo la agenda, os deseo que la gran mayoría de vuestros días sean como hoy, llenos de ilusión, de alegría y de ganas de compartir. Y que nunca os falte un poco de amor, del que nos deja ser libres, del que no ata.

Me encanta esta canción, así que quería compartirla con vosotros! Disfrutad y sed felices, o al menos, intentadlo! ;)
 
Mil besos!
Inma



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