Cambios en la Vida: La experiencia y la adaptación

“…Vivir es experimentar, y no estar pensando en el sentido de la vida…”

En Agosto, cuando hay un auténtico parón estacional, en el que la mayoría de las personas deciden perderse, encontrarse, olvidarse de la rutina, adentrarse en el mar, en la montaña, visitar o reencontrarse con familiares, amigos, o huir de todos ellos, es cuando yo decido preguntarme, de cara al nuevo curso, qué es lo que quiero y hacia dónde me dirijo. Es cierto que en Enero, cuando se comienza el año, todo son propósitos, pero realmente en Septiembre es cuando uno hace balance.

 

Ya sabéis que me encanta leer y, cuando fue a parar a mis manos el libro "Aleph" de Paulo Coelho, quise compartir con vosotros este trocito que sin duda es toda una declaración de intenciones.

 

“…Solo existe el momento presente, el AHORA. El tiempo no se mide como si calculáramos la distancia entre dos puntos. El “tiempo” no pasa. El ser humanos tiene una gran dificultad para concentrarse en el presente, siempre está pensando en lo que ha hecho, en como podrá haberlo hecho mejor, en las consecuencias de sus actos, en porque no se comporto como debería haberlo hecho. O se preocupa del futuro o de lo que va a hacer mañana, que decisiones tendrá que tomar, que peligro lo acecha a la vuelta de la esquina, como evitar lo que no desea y como conseguir lo que siempre ha soñado……”

 “…… Es lo que haces en el presente lo que redimirá el pasado y , lógicamente, cambiara el futuro…….”

“….Sé que estoy en las personas que me rodean, y ellas están en mi. Juntos escribimos el libro de la vida, con nuestros encuentros siempre determinados por el destino, nuestras manos unidas en la fe de que podemos cambiar este mundo. Cada uno colabora con una palabra, una frase, una imagen, pero al final todo tiene sentido: La felicidad de uno se transforma en la alegría de todos…”

 

 ¿Cuántas veces planeamos y planificamos en base a un lugar incierto del futuro? Sin embargo, sabemos que, la vida es un aprendizaje en sí mismo y que hay que cambiar de rumbo cada día, intentando no alejarnos demasiado de la ruta marcada.

 Reconozco que cuesta y mucho, cuando nos ponemos a hacer cada día lo que estimamos programado y salirnos de ahí, es salir de nuestra zona de confort y enfrentarnos a un misterio que debemos resolver. Pero muchas veces, la vida consiste en improvisar, en adaptarse a las circunstancias que se van entramando cada día.

Después de estos meses de calor y descanso, viene el otoño, estación marcada por la caída de la hoja, por esa renovación necesaria, el "dejar morir lo viejo para que nazca lo nuevo". Es una estación que invita a la autorreflexión, a establecer cambios necesarios, a adaptarnos. ¿Cuántas veces hemos comenzado una cosa y ha terminado de forma distinta?

Al igual que los árboles, cada una de nuestras marcas determina quiénes somos, cuáles han sido nuestros cambios, nuestra transformación y adaptación al medio. Por eso, en ocasiones, cuando escuchamos decir eso de "no cambies nunca", en realidad, estamos frenando esa adaptación, haciendo una petición irreal puesto que los años, las experiencias, las situaciones nos hacen cambiar, y si echamos la vista atrás, uno no es como en un principio. Es inherente al ser humano, puesto está en nuestra propia naturaleza la adaptación a nuestro entorno.

¿Cómo se os presenta este mes de Septiembre? Habéis decidido ya cómo vais a afrontar esta nueva temporada hasta Diciembre?

Estamos en continuo cambio.
Sed felices!

Inma